27 oct 2021

La Hijuela. Marcos Hormiga (Mercurio Editorial 2021).

  

 


 Hablando de nuevos libros.

 


A pesar de que, por motivos personales, me he movido poco por la Feria del Libro y otros lugares asiduos de presentaciones de nuevas propuestas  literarias, en estas fechas, puedo asegurarles que tengo en casa textos como para leer algunos meses. Y ya me he enfrascado, de acuerdo a mi sistema de lectura, que no es otro que  saltar de rama en rama, para así poder disfrutar de estilos y tramas que me alegren la lectura y también rompan mis monotonías.

 

En esa línea de actuación tan personal acabo de terminar de leer La Hijuela de Marcos Hormiga, editado por Mercurio Editorial. Me voy a permitir correr el riesgo de hacer algunas anotaciones sobre el texto, y si acaso no coincidiera con el autor me adelanto a parapetarme tras mi conocimiento de la obra general del escritor, narrador, poeta, ensayista, músico y amigo majorero que tengo la seguridad absoluta que perdonará mi atrevimiento.

 

Y para que quede constancia de mi buena voluntad, adelanto que estamos ante la mejor propuesta narrativa que Marcos ha hecho hasta el momento. Sin desprecio a los hermosos partos  anteriores.

 

Hay cosas que me ocurren cuando leo a Marcos. Es él quien me va narrando, con su voz tan empática, o sea, lo oigo y lo disfruto. Su pluma va trazando aconteceres en un recorrido melodioso que me embruja. Noto que su lenguaje es íntimo, claro y culto en su canariedad (algo que me llena y agradezco, puesto que rompe estereotipos). 

 

 

 


 


 

Se ha embarcado Marcos en un trabajo de años, para poner ante nosotros una historia de su Fuerteventura. Un historia basada en hechos reales que ha escudriñado en lugares donde solo los amantes de la investigación acuden y se sienten arropados con lo poco que se obtiene en el tiempo y mucho se agradece cualquier nimiedad. En esos cortos logros y larga dedicación está la meta. Por fin llegó lo que buscaba, se habrá tenido que decir muchas veces…

 

La trama histórica y negra está escrita con gusto, con el mismo placer que le da hablar continuamente de su tierra, de sus rincones, de sus costumbres, de sus colores, de sus matices, del carácter del pueblo, de la hambruna, del poder por el poder, del castigo, del quítame este tema de delante que ya está solucionado sin calibrar consecuencias, de la eterna provisionalidad de los funcionarios, del mutismo obligado, de la justificación personal (válida porque es propia), del derecho a tener todo a cambio de aportar nada.

 

He disfrutado con el esfuerzo por situarme en ocasiones en la trama y no irme de ella al emplear el relato en primera persona, para muchos de sus personajes.  Me pareció algo así como un aviso: <<sigue la trama de quien narra porque perderás detalles importantísimos>>. Vuelta atrás y nueva lectura, he agradecido el recordatorio que no lo es tal, sin embargo funciona con ese recurso.

 

He pasado unas horas maravillosas leyendo esta propuesta. Les recomiendo que se hagan con ella. Me lo agradecerán. Tiempo al tiempo que estamos ante una historia muy interesante escrita con maestría.

 

 


1 comentario:

  1. Anónimo7:16 p. m.

    Fuerteventura se siente orgulloso de un señor que se preocupa por su tierra. Enhorabuena

    ResponderEliminar